
En los entrenos siempre hay una disparidad de criterios. Da igual si es entre jugadores o de un futbolista con el entrenador. Se discute (en el buen sentido) y, al final, un apretón de manos y a seguir trabajando. Al así pasó ayer durante la sesión táctica. La disparidad surgió del día anterior y Pepe Díaz y Lucas Alcaraz la zanjaron con un apretón de manos.
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